Además de la dimensión, la textura es una característica que conforma el acabado de una superficie en la realidad y depende del material utilizado o del efecto que se busque lograr en el acabado de una obra. La sensación del relieve de la textura es una cualidad del tacto, no de la vista, pero pueden verse, y sugerirse mediante más artificios, como el claroscuro o el uso de la luz, la textura indica cercanía, accesibilidad, parece tangible.
La escala es el establecimiento del tamaño comparativo. También el tamaño de los objetos se aprecia en relación a los que los rodean. La escala puede manipularse, y lo que nos interesa aparecer como algo gigente, desmedido, mucho más importante que lo que le rodea. Subvertir el orden lógico de las escalas cambia el significado de la imagen.
La ilusión de movimiento es la más complicada de crear, la imagen es inmóvil, siempre parece estática, los artificios, técnicas, para crear esas ilusiones como el barrido, o la distribución de líneas y puntos de encuadre, son pactos, convenciones sobre lo que entendemos como movimiento, se acude a la línea, que sí tiene movimiento para obligar al ojo a recorrerla de un lado a otro. El ojo sigue a la línea y busca acabar en el punto, circula por las luces y espacios iluminados, y parece, gracias a las líneas compositivas, que el objeto sigue un movimiento.
La influencia psicológica y fisica mas importante sobre la percepción humana es la necesidad de equilibrio, la necesidad de tener sus dos pies asentados sobre el suelo y permanecer vertical en cualquier circustancia, en cualquier actitud, con un grado razonable de certidumbre. El equilibrio pues, es la referencia mas fuerte y firme, su base consciente e inconsciente para la formulación de juicios visuales. Por ello el constructo vertical-horizontal es la relación básica con lo observado. El concepto de tensión viene estréchamente relacionado con equilibrio. La tensión se crea dando importancia a un lugar.
El punto del centro está seguro, guardado, quieto, inamovible, el punto que asciente por la diagonal hacia la derecha muestra una mayor tensión, pero aún es suave, está quieto, no cae, en el último ejemplo el punto está en caída libre, hay tensión, es molesto y desagradable.
Puede buscarse una cierta tensión para llamar la atención, pero cuando más se aleje un objeto de los ejes que lo sostienen, más tensión ofrece, y si se aleja demasiado puede llegar a perder sentido, cayendo en la ambigüedad compositiva, perdiendo cualquier significado.
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