Estos ejercicios de libre disposición requerían un pensamiento previo sobre qué se quería mostrar y elaborar después la composición que lo expresara. En este primero: desequilibrio, tensión, sensación de algo que se cierne, el elemento de esperanza es la mano, que sujeta a quien está colgando, que le ancla y permite suponer que se queda quieto, que el desastre no es inminente.
En el segundo quería mostrar una cierta claustrofobia, opresión, el hallarse lejos e inmerso en algo de lo que no se puede salir, y que los ojos de la criatura que se asoma fueran lo único que se ve de la composión sin poder escapar de ellos.
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