El proyecto es para unar marca de té, Fruity Tea, que empieza a ofrecerse en Europa, ofrece un té e infusiones frutales de gama media-baja, muy accesible y dulce, como un refresco, el target poblacional es joven y mayoritariamente femenino.
El diseño ha buscado promocionar una idea de diversión, inocencia, dulzura, de un capricho accesible y sin consecuencias. Se ha escogido un azul claro como fondo para suscitar una idea de frescura e inocencia, y el tipo de ilustración Kawaii, aniñada y dulce pero muy moderno y de corte importado, en colores muy brillantes, para acercar el producto que el azul podía hacer parecer innaccesible.
Todos los elementos usados sonríen, y los colores se igualan al de las gominolas y los dulces.
Las etiquetas de cada bolsita de té, con rostro sonriente y un brazo pensado para sostenerse en el borde de cualquier taza, mantienen la idea y los colores del diseño exterior, la idea era romper con los convencionalismos y tratar de evocar otras imágenes al mismo tiempo que cumplen una función superior a la original. Su propósito es hacer del acto de servir el té algo más entretenido, ayudando a romper rutinas y hacer volar la imaginación de aquellos clientes potenciales a los que aún no les atrae la idea de tomar té o infusiones.
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